jueves, 19 de noviembre de 2015

Mi experiencia en los #21DíasPositivos

El secreto para ser positivo... es tener la música adecuada.
¡Fin!
Parece de lo más absurdo, pero la música nos influye más de lo que creemos. 
La clave está en buscar lo bueno de cada día
Suspendí dos exámenes... pero con mejor nota de la que esperaba. 
Me dieron calabazas (y sin que yo lanzara la caña, que es lo más gracioso)
pero me di cuenta de cómo podía ser una persona en realidad.
De todo, o de casi todo, se puede sacar algo bueno. Porque no vamos a morir porque alguien nos mande a paseo, pero tuviste la sensatez de arriesgarte. No vamos a morir por suspender un parcial, porque siempre nos quedará enero (o julio, o septiembre, el caso es sacarlo). 
Me crucé con muchos, muchísimos gilipollas de esos que van con ganas de fastidiarte el día y no pude más que reírme de las absurdas situaciones que se daban, porque en realidad esos gilipollas pasan por tu vida porque sí, pero no sabes de dónde aparecen ni a dónde se van al final del día. Que todos tenemos días malos y somos nosotros los gilipollas con los que se topan otras personas. 
Si algo he aprendido estos días intentando sacar el lado positivo de las cosas es que he conseguido muchísimas cosas más que siendo pesimista (o realista, como me auto-engañaba yo). 
Porque, aunque suene a filosofía barata, es así: si no arriesgas no ganas nada.
Puedes perderlo todo (¿todo? bitch, please, como mucho la dignidad, la vergüenza, las ganas de sonreír...) pero también puedes ganar algo: experiencia. Esas cosas que luego le cuentas a tus amigos para reíros alrededor de unas cervezas, o unos refrescos o qué sé yo. 
He dado segundas oportunidades ¡y me alegro! porque he retomado una vieja amistad que echaba mucho de menos, mientras que si hubiera seguido con mi antigua actitud, tal vez, lo hubiera dejado apartado y no me habría atrevido a intentarlo. 
No es difícil, creedme. Tan solo hay que levantarse con ganas. Alegrarle el día al resto de gente te hace a ti sentirte mejor y, para eso, no hace falta invitarles a café todos los días ni llevarles un millón de donuts, basta con llegar sonriendo y con ganas de darlo todo. Porque se pega, la gente se ríe, disfruta con tu compañía. Da mucho gusto estar con una persona que tiene ganas de sonreír y de comerse el día. 

Dios, me siento como si un hada hubiera defecado en mi mente.
Vosotros leyendo la entrada ↑

Ha sido difícil, no voy a mentir, mantener el buen humor día sí y día también. Hubo momentos en los que quería, necesitaba, me urgía estar de mala leche, llorar y ver que todo se iba a la mierda. ¿Y qué? ¡Hazlo! Llora, joder. Es bueno. No estoy diciendo que sea malo tener momentos de bajón, sino que disfrutes de cada pequeño momento que puede hacerte feliz, porque a mí, tan solo con ver que me estaba esperando un pedazo de libro sobre la mesa al llegar a casa, que mi madre quisiera contarme todo lo que le había pasado o que mis amigas me obligaran a escribir como una posesa ya hacía  que cambiara mi forma de ver el día. Porque al final, cuando seamos viejos (preferiblemente) y a punto de que todo acabe, solo nos llevaremos los mejores momentos.
Y no voy a dejar que sean pocos.


Ejé, me he puesto un poco sentimental, esto no era lo que tenía pensado escribir en un principio sobre mis 21 días de positivismo pero me ha parecido mejor que contar día a día mi rutina, porque ya veis que tampoco hice nada del otro mundo. Es más, lo único que he cambiado radicalmente ha sido que cada mañana me pongo una lista de Spotify con música alegre, divertida, que da ganas de moverse y de ahí en adelante es todo a base de no hundirse, de buscar el punto de felicidad, el lado bueno de las cosas. No quedarnos en la pregunta de "¿por qué me pasa esto a mí?" sino centrarnos en la respuesta: "porque me ha enseñado algo". 
No sé, si suena a filosofía barata, pero es lo que he intentado hacer durante 21 días seguidos y que ahora que me he acostumbrado estoy intentando seguir, porque aunque parezca que el mundo está a punto de acabar siempre nos quedará la sensación de que hemos vivido de lo malo lo mejor. 

¡Y hasta aquí la entrada de hoy! No tiene que ver con libros, ni con películas, ni con series, pero tiene que ver con que hice una encuesta en Twitter preguntando si queríais mi opinión acerca de esta pequeña experiencia y ganó el sí. (¿Ya he dicho en otras ocasiones que twitteo mucho? Porque en mi TL el hastag #21díaspositivos estuvo muy presente)
Me gustaría saber vuestras opiniones así que os espero en los comentarios ↓↓↓
Para terminar, he puesto en modo aleatorio la lista de música que tengo para empezar los días para compartir la primera que me salga. Así, porque me apetece, gratuitamente.

Freedom - Pharrel Williams

Un abrazo y felices lecturas!



3 comentarios:

  1. ¡Hola! Muy interesante la entrada, la verdad es que la esperaba para saber tu experiencia. Ya te comenté que yo soy muy pesimista y me gustaría intentar ver el lado bueno de las cosas. Solo tenemos una vida y hay que aprovecharla al máximo. Como dice Aviici en The Nights: Live a life you will remember.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te recomiendo que empieces, no te vas a arrepentir porque todo lo verás bien. Muy la vie en rose la verdad jajajajaja Gracias por pasarte!! ^^
      PD: Cap 10 subido jiji

      Eliminar
  2. Hola!
    Que bueno que te hayas aventurado en esta experiencia, que hayas mantenido una buena actitud lo máximo posible y que hayas aprendido y logrado tantas cosas.
    Yo siempre intento mantener una buena actitud, sacar lo positivo de cada situación y darme ánimos todos los días (porque si no soy yo, quien?]? :D). Se tienen sus días malos, regular, buenos y excelentes pero creo que con ninguno hay que conformarse por que todo cambia, solo debes sacar lo mejor, lo que te sume, lo que te aporte y todo lo demás dejarlo de lado para que no se te convierta en una carga.
    Besos

    ResponderEliminar

Toda opinión es válida siempre que no falte al respeto :)